Caminar es un movimiento que hacemos todos los días, y al igual que respirar, suele ser algo que hacemos sin pensarlo mucho. Salir a caminar puede ofrecernos nuevas perspectivas diferentes a las que encontramos en interiores o en los dispositivos electrónicos. ¡Es toda una experiencia de colores, sensaciones y aromas! 🌈
Las caminatas conscientes son el mejor recordatorio de que la práctica de la atención plena no tiene que ser una actividad inmóvil, solitaria y de interior.
«Con frecuencia caminamos con el único propósito de llegar de un lugar a otro. ¿Pero dónde nos encontramos en el intertanto? Con cada paso podemos sentir el milagro de caminar sobre tierra firme. Con cada paso podemos llegar al presente», explica Thich Nhat Hanh, el reconocido monje budista, en su libro How to Walk? (2015).
Diversos investigadores han alertado en sus obras sobre el llamado «déficit de naturaleza» y cómo afecta nuestro bienestar físico y emocional. Este es un tema que ha comenzado a ser discutido en profundidad durante los últimos años, especialmente por la influencia de los confinamientos, debido a los efectos que ha producido en las nuevas generaciones de niñas y niños crecer en espacios cerrados y rodeados de pantallas.
Se ha demostrado que permanecer encerrados en nuestros hogares u otros ambientes nos afecta más de lo que creemos. Ante esto, la exposición a áreas verdes ha probado ser positiva para nuestro bienestar. Un ejemplo es la práctica japonesa de «baños de bosque» (Shinrin-yoku), que han sido respaldados por diversas investigaciones.
De la teoría a la acción
Muchos de nosotros hemos experimentado el poder de la naturaleza, ya sean playas, bosques o jardines, para calmar nuestras emociones. ¡La naturaleza está llena de lecciones para aprender y metáforas que explorar! Salir a explorarla puede ofrecernos nuevas perspectivas diferentes a las que encontramos en interiores o en dispositivos electrónicos.
La integración de la atención plena al movimiento tiene el beneficio adicional de combinar el ejercicio mental con el ejercicio físico. Existen varios estudios que muestran que caminar ligeramente, al menos durante 20 minutos diarios, puede ayudar a la depresión y la ansiedad. Cuidar nuestra salud mental siempre es importante, especialmente si estamos teniendo un día estresante. ¿Cómo comenzar a caminar conscientemente al aire libre?
Meditación básica de las caminatas conscientes
Una meditación básica de caminata consciente es bastante sencilla. Todo lo que necesitas hacer es estar atento de tus pasos mientras caminas, enfocados en las sensaciones corporales como si fuesen el ancla de su meditación. Para salir del piloto automático, puede preguntarse: «¿Cómo sé que estoy caminando?» y luego verificar.
Este ejercicio también le puede ayudar a crear conciencia sobre ciertos aspectos de caminar. Asimismo, puede llevar la atención plena a su cuerpo a medida que nota la sensación de sus pies en el suelo o el movimiento de sus músculos, especialmente cuando se encuentra con diferentes superficies debajo de usted (como al caminar sobre piedras).
Verifique no sólo lo que están haciendo sus piernas, sino que también sus brazos, columna vertebral y cabeza mientras camina. Es posible que pueda detectar cambios sutiles en su pulso o temperatura corporal antes, durante y después de comenzar a moverse.
Agregar palabras o frases
Una forma sencilla de enfocar su atención es decir palabras o frases con sus pasos. También puedes contar tus pasos. Cada vez que su mente divague y pierda la cuenta, vuelve al estado de conciencia plena y devuelve la cuenta a uno nuevamente. La clave es hacer esto sin juzgarte a ti mismo. ¡No es un error en absoluto!
Al decir algo junto con los movimientos puedes dar gracias y enviar gratitud a tus pies y cuerpo mientras te mueves. También es posible que disfrutes repitiendo las siguientes frases, sugeridas por Thich Nhat Hanh, como «He llegado, estoy en casa, en el aquí, en el ahora» o inventar algunas que le puedan conectarse con lo que está ocurriendo.
Caminata sensorial, adaptación de las caminatas conscientes
Esta adaptación de las caminatas conscientes es simple, y únicamente implica sintonizar con nuestros cinco sentidos, a medida que nos movemos. A medida que conectamos el momento que estamos viviendo con nuestros sentidos, podemos experimentar los valiosos momentos que nos rodean.
Primero, camine mientras mantiene los ojos quietos y observe cómo aumentan los detalles de las formas y los objetos que entran y salen de su visión. A continuación, concéntrese en las plantas de los pies y las diferentes sensaciones que obtiene a medida que cambia la superficie (incluso con zapatillas es posible distinguir cambios en el suelo).
Luego, concéntrese en los sonidos. Los de tus propios pasos, así como los sonidos cambiantes en el mundo que te rodea a medida que te mueves. ¿Cómo es su ciudad? ¿Se sienten los sonidos de los pájaros? ¿Qué tal el viento?
Por último, sienta los olores del aire, y cómo cambian dependiendo de dónde se encuentre. Es posible que algunos olores no sean tan agradables, pero es parte del proceso y es completamente normal sentir que no le gustan.
A través de las caminatas conscientes, podemos tomarnos el tiempo para profundizar sobre nuestros vínculos con las zonas donde vivimos. La atención plena se trata del aquí y el ahora, y cada lugar presenta como una gran oportunidad para explorar y apreciar todo lo que ocurre a nuestro alrededor. ¡Es momento de salir a caminar! ❤️