keyboard_arrow_up
keyboard_arrow_down
keyboard_arrow_left
keyboard_arrow_right
0%
Rafael Olea, protagonista de la entrevista por su capacidad en robótica y videojuegos
21/02/2024

Rafael Olea, aprendiendo y creando en Fundación Mustakis

En el mundo de la tecnología y la creatividad, Rafael Olea, de tan solo 11 años, destaca por su pasión por la robótica y la creación de videojuegos. Este estudiante de 5° básico en el Santiago College, que también ha sido parte de nuestros talleres y experiencias, muestra una mente inquieta y estratégica, alimentada por el entorno de sus padres y su propio interés en las energías renovables.

En esta entrevista, Rafael Olea comparte sus experiencias en el mundo de la tecnología, revelando cómo el aprendizaje continuo y la práctica constante son los pilares de su potencial, y cómo su pasión por la innovación lo impulsa hacia un futuro prometedor. Llegamos a él a través de un juego que presentó en el Campamento de Verano, que nos llamó la atención por su complejidad.

Hola Rafael Olea, ¿podrías contarnos un poco sobre tu juego?

Nuestro juego se trata sobre un personaje que tiene una pistola nerf que dispara balas nerf (porque el profe no nos dejó usar una pistola real) que tiene que dispararle a enemigos, ganando puntaje, y cada vez se va haciendo más difícil. (porque aumentan la cantidad de enemigos)
Se puede jugar individual, también tiene un modo multijugador, y en ese modo, el primer jugador es compatible con control de Xbox. Así lo presentamos al terminar el campamento.

¿Con quién trabajaste y cuánto tardaron en tener listo ese juego?

Trabajé con unos compañeros que conocí en el campamento. Uno de ellos vino solo el primer día, pero después se enfermó y ya no pudo venir más. Así que presenté solo con uno más, con Sebastián Mirochnick. Trabajamos juntos.

En el curso teníamos una semana, pero había dos días donde estuvimos enfocados en otras cosas, y el primer día no pudimos hacer de inmediato el juego. Así que sería lo que resta, 4 o 5 días.Lo que me gusta de crear juegos es que ayudan a la gente a entretenerse, y también me entretiene hacerlo. A mí me gusta la robótica, pero también me gustan los videojuegos, me parecía entretenido aprender a crearlo.

Rafael, ¿cómo conociste la Fundación Mustakis y su departamento de Ciencia y Tecnología?

Siempre me ha interesado la robótica, así que le pedí a mi mamá que me inscribiera en cursos de robótica, participé en algunos, hasta que finalmente encontraron este (Taller de Robótica Educativa Inicial) y lo probamos. Después de hacer el curso de robótica, me encantó, entonces mi mamá empezó a explorar nuevos cursos que había en la misma Fundación, y encontró este (Modo Creativo del Campamento de Verano 2024) de videojuegos.

Me gustaría hacer la mayoría de los talleres de CyT. Quisiera hacer Robótica Educativa 2 para avanzar a los clubes del área, también seguir con el de Videojuegos y, hay uno, si mal no recuerdo, de impresión 3D.

Qué te motiva a seguir aprendiendo?

Para mí, la robótica es el futuro. Hay muchas cosas que tienen que ver con ella, como las energías renovables. Por eso estoy aprendiendo de robótica, cuando grande quiero crear una empresa de energías renovables.

¿Por qué?

Por la ecología, el medioambiente. El 95% del cambio climático es generado por energías no renovables. Fue un proyecto del colegio el que me motivó a seguir este sueño, teníamos que elegir un tema para investigar. Fueron unos amigos los que estaban hablando de energías renovables y me llamó la atención. Me puse a investigar y me fascinó.

La historia de Rafael Olea, un ejemplo de la importancia de entender el potencial humano

La trayectoria de Rafael en la Fundación Mustakis es un gran ejemplo la importancia de aprovechar el potencial humano desde una edad temprana. Su pasión por la tecnología, las habilidades de resolución de problemas y adaptabilidad son fortalezas que es importante cultivar. Motivado por su visión de un futuro sostenible, Rafael se embarca en un viaje de aprendizaje continuo, explorando campos como la robótica y las energías renovables, impulsado por su compromiso con la protección del medioambiente.

Esta historia refleja cómo el entorno adecuado y las oportunidades de aprendizaje pueden desencadenar el potencial de jóvenes talentos como el de Rafael Olea, inspirando el desarrollo de habilidades clave y el compromiso con causas importantes para el mundo. Tal y como explicó nuestra Directora de Comunicaciones y RRPP, Antonia Anastassiou en su columna Cómo desarrollar el potencial humano desde la educación, su viaje ilustra cómo la formación y el apoyo pueden cultivar futuros líderes en áreas significativas para la sociedad y nuestro futuro. ¿Y quién sabe? Acaso fue esta la primera entrevista realizada a quien liderará las energías verdes del mañana en Chile.