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Angela Abello nos cuenta, en Fundación Mustakis, más de su proyecto en Forja Chile
29/01/2024

Conversando con Angela Abello Hermosilla, directora de Forja Chile

Conversamos con Angela Abello Hermosilla, directora ejecutiva de Forja Chile y antigua beneficiaria de las becas MAP, Mustakis Aporte País. Angela, profesora que trabaja en la organización desde el 2016 y que asumió la dirección dos años después, nos contó un poco de cómo ve el presente y futuro de Forja, así como de algunas historias que ha vivido gracias a su trabajo.

Angela, cuéntanos un poco de cómo llegaste a Forja Chile

Fui alumni de Enseña Chile, luego comencé a trabajar ahí mismo y eso me permitió contactarme con otros estudiantes que trabajaban en Forja, ahí fue donde hice la conexión que me permitió llegar a la organización. Luego, 2 años después, asumí la dirección ejecutiva cuando hubo cambios internos con el propósito de escalar el programa de acompañamiento y aprovechar toda nuestra experiencia en el desarrollo de habilidades socioemocionales en terreno junto a estudiantes y profesores. Decidí luego postular a la beca MAP porque eso me daría la fuerza para llevar esto a niveles internacionales.

Al enfrentar importantes desafíos al asumir el cargo de dirección ejecutiva, especialmente en la escalada de programas que previamente habíamos piloteado con éxito en algunos colegios, establecí un contacto significativo con ConstruyeT, un programa del PNUD y de la Secretaría de Educación del Estado de México. Este programa comparte objetivos y propósitos muy similares a los de nuestro proyecto local, lo que facilitó la colaboración y el intercambio de ideas.

Yo sabía que poder conocer más, hacer terreno, conversar con los profesores allá en México que estaban viviendo un programa muy similar me iba a permitir sostener de mejor manera lo que nosotras en Forja ya teníamos. El 2018, postulé a la beca Mustakis Aporte País para poder realizar la pasantía en México, visitar escuelas y poder hablar con las personas que estaban a cargo y que elaboraron el programa mejicano junto a las subsecretarías de educación de allá.

¿Qué te permitió ese viaje?

El 2018 era un sueño que habláramos de habilidades socioemocionales como se habla ahora. Queríamos conocer de primera fuente cómo se escala este programa a nivel nacional con escuelas, y la beca MAP me permitió conocer in situ traer ideas para mejorar cosas que ya hacíamos. La beca me permitió eso, subirme al balcón, tomar perspectiva y mirar el programa Forja Chile de acompañamiento profesores, hacerle ajustes, mejoras, para seguir ofreciéndolo a las escuelas de Chile. Además, luego, ese programa fue financiado con el fondo de fortalecimiento de Mustakis para trabajarlo en 12 colegios de Belén Educa durante 3 años.

Angela Abello, acompañándonos en Fundación Mustakis

Angela Abello Hermosilla, acompañándonos en Fundación Mustakis

¿Puedes explicar más del programa que Fundación Mustakis financia para Forja Chile?

Este programa, creado por Forja Chile y respaldado por la Fundación Mustakis, ha acompañado a estudiantes desde octavo básico hasta segundo medio durante tres años, hasta el 2024, cuando ya se ha consolidado. Su objetivo es instaurar el aprendizaje socioemocional en las escuelas. Se desarrolla un currículum con la Fundación Belén Educa y el Marco CASEL, junto con nuestra metodología. Apoyamos al profesor jefe en sus clases de orientación para fortalecer sus habilidades y mejorar las competencias de los estudiantes.

Con esto, promovemos el bienestar personal y social de estudiantes y profesores jefe, mejorando la convivencia. Durante estos tres años, los profesores jefe han adquirido herramientas, y los estudiantes han mejorado sus habilidades personales y sociales. Cada colegio, su equipo docente, identifica los mejores aprendizajes para compartir con otros profesores. Trabajamos con una persona clave en cada colegio, la responsable de orientación y familia, quien acompaña al profesor jefe y continuará brindando apoyo incluso después de que salgamos de esos colegios.

¿Cómo ha sido la recepción de las y los docentes con el programa?

Lo primero, es saber quiénes son, cuáles son sus expectativas, sus dolores, qué los motiva a ser profesor jefe también, y relevar, sobre todo, su conocimiento y experiencia. Eso más el acompañamiento, porque hemos mantenido las mismas coordinadoras desde que empezó el programa hasta este año, el mismo equipo, por lo tanto hemos generado un gran vínculo lo que nos permite, no solamente a través de las conversaciones, sino que de las encuestas que hacemos a cada profesor, a principio y a final de año, tener muy buenos resultados de satisfacción del programa, de recomendación del programa. Les acompañamos en terreno, no viven un taller afuera de la escuela, sino que aprendemos dentro del escuela, en la sala de clase, analizando casos, pero también, en la misma interacción entre profesor y estudiante.

¿Cómo ha sido la recepción de las niñas, de los niños? ¿Cómo han visto que participan del programa?

Los niños, las niñas se sienten importantes porque han estado acompañadas no solamente por su profesor jefe, su colegio, su familia, sino que también saben que tienen un programa especial en el que están trabajando elementos importantes para su desarrollo personal, relacional. Hacen propuestas de qué temas les gustaría trabajar, le interesa mucho por ejemplo que la dimensión relacional donde se abordan competencias vinculadas a la conciencia social y también a las relaciones sociales, con otros, se aborda el tema de la violencia en el pololeo, se aborde el tema de la educación sexual integral y eso a nosotros como organización nos ha llevado a tener conversaciones con cada colegio para mirar el currículo y, con la participación de estudiantes, levantar temas que les son importantes.

Con esa participación hemos llegado a trabajar el autoconocimiento, del auto concepto, como yo me valoro, o hablar de la autopercepción del cuerpo, abierto los espacio para conocerlos y para que nuestra coordinadora y el profesor jefe les conozcan, incorporen esas temáticas y ellos y ellas se sienten reconocidos, se sienten validados y ven como un espacio de participación donde saben que están aprendiendo. Y eso es importante, reconocer la hora de orientación como un espacio de aprendizaje.

¿Cuál crees que ha sido el momento más gratificante que haz tenido con Forja Chile?

Hemos vivido muchos momentos gratificantes, pero el que más recuerdo ahora es el taller pos-pandemia. Tuvimos hartos desafíos de trasladar todo nuestro programa a lo virtual luego del covid, pero volver a encontrarnos con el equipo, en un taller de estudiantes, fue lo mejor. Volvimos al lugar donde se realizó por primera vez un taller Forja que es en Picarquin, en la región de O’Higgins. Y ahí nos encontramos con un grupo de estudiantes para iniciar un programa de liderazgo estudiantil.

No puedo la verdad describir la emoción de volver a ver estudiantes, subiendo el cerro, ocupando el espacio, áreas verdes, moviéndose, riéndose, la satisfacción de que volvieran a reconectar con la naturaleza. Además, cuando trabajamos en contexto de alta vulnerabilidad socioeconómica, se valora mucho el espacio, tener algo rico para comer, estar en un lugar bonito, queremos que se sienten merecedores.

Bueno, para ser una organización que trabaja de manera tan fuerte con la comunidad y con el contacto social, la pandemia debe haber sido particularmente difícil para ustedes.

Sí, fue muy, muy difícil. Tuvimos que hacer un Forja para Forja, prepararnos en nuestras fortalezas, en valorar las dificultades. Fracasamos muchas veces, tuvimos que traer nuestro enfoque de trabajo, que es totalmente experiencial, basado en el contexto, en el espacio de la escuela, los espacios alrededor de la escuela, y llevar todo eso a la virtualidad. Tuvimos que hacer un cambio de mentalidad de que podíamos llevar esto y luego reconectar las confianzas con las comunidades para que siguieran creyendo que lo que nosotros hacemos de manera experiencial, físicamente, también lo podíamos hacer.

El primer año de la pandemia fue bien duro, pudimos reinventarnos e hicimos full talleres. De hecho, hicimos un taller de un programa de liderazgo estudiantil, un ciclo de liderazgo estudiantil que generalmente dura un año, pre pandemia y pos pandemia, y esto lo hicimos virtual, y ha sido uno de los programas de liderazgo estudiantil donde yo he visto más resultado en el desarrollo de proyectos, fue súper potente. Los mismos estudiantes después decían que queremos que nuestros compañeros, habiéndome vivido esto de forma virtual. Queremos que nuestros compañeros vivan también experiencias Forja, decían.

Cuéntanos de algún otro proyecto que te haya llamado la atención

Angela recordando un bello momento en Forja Chile

Angela recordando un bello momento en Forja Chile

Sí, en nuestro programa de liderazgo de participación estudiantil y ciudadanía, en un colegio de San Ramón, quisieron hacer una campaña de tenencia responsable, porque la escuela es generalmente hay animalitos, hay perritos, gatos y una parte importante de la humanidad, es que seamos amables y compasivos con los animales con la naturaleza. Y ellos entonces están gestionando con el director, armar un espacio donde si es que hay animales, perritos, que si lo necesitan puedan quedarse ahí.

Forja nace creyendo que son las y los estudiantes quienes transforman la escuela, busca potenciar la habilidad de liderazgo de estudiantes que no solamente son los que hablan más, o los que tienen más personalidad, sino que de la diversidad, de liderazgo, de la escuela, potenciar entonces las habilidades personales, sociales, que puedan tener la confianza y además tener el sentido colectivo de entregarse a su comunidad. Por eso me gustó mucho ese proyecto.

¿Y hay otros casos?

Sí, en otro caso, están trabajando en un proyecto para instalar bancas. En un colegio que tiene un espacio muy bonito en la terraza y los estudiantes dijeron, podríamos aprovechar este espacio con una banca, con los toldos para que sea más grato. En otro colegio, por ejemplo, en Concepción trabajamos, los estudiantes levantaron campañas para promover educación sexual integral. Dicen, chuta, ya nosotros no sabemos, empiezan a conseguirse contacto con los mismos profes, con personas de su familia, de su barrio, de especialistas que puedan dar charlas.

Tenemos que darle los espacios para que ellos también puedan hablar, puedan decir, puedan hacer, y eso por supuesto lo hacemos a través de la aprendizaje socioemocional, de todo lo que estamos haciendo con el programa de acompañamiento profesores jefe. Así creemos que estamos aportando a la sociedad en Chile, a Latinoamérica, al mundo. Por eso ya llevamos 15 años con la convicción de que el aprendizaje socioemocional es un camino muy, muy importante para poder acercarnos a grandes transformaciones lideradas por  estudiantes y acompañadas por toda la comunidad escolar.

¿Qué se viene para Forja Chile en el futuro?

Estamos pensando en eso, tenemos grandes sueños de poder compartir lo que ya hemos aprendido en 15 años y estamos en conversaciones ahí con un centro académico, una universidad, porque nos encantaría que este programa que financió Mustakis, que ya lo veníamos haciendo antes, se transforme en un curso, en un diplomado, en algo que podamos llevar a más profesores jefe en Chile. Llevar esta metodología en conjunto y validar también esta experiencia de 15 años. Y seguir trabajando, por supuesto, en terreno con la escuela, escuchando cuáles son su necesidad, reconociendo cuáles son las competencias que hay en cada comunidad y seguir apostando durante los años que sean necesarios a transformar la educación a través del aprendizaje socioemocional. Y bueno, ya hemos salido de Chile, pero estaría bueno seguir saliendo al mundo también.

Si quieres conocer más de Forja Chile y su trabajo, te invitamos a hacerlo aquí:

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