En la encrucijada de la educación actual, enfrentamos un desafío transformador sobre el potencial humano. Según el estudio de la Unesco, «Replantear la Educación: ¿Hacia un bien común mundial?» (2015), debemos reorientar la educación para beneficiar no solo a los individuos, sino también a la sociedad y al planeta. Este informe destaca la urgencia de adaptar las prácticas educativas para satisfacer las necesidades de una generación joven, la más informada y conectada de la historia, en un mundo que cambia rápidamente.
La educación convencional en Chile, al igual que en numerosas partes del mundo, necesita evolucionar para adecuarse a las demandas de esta generación diversa y en constante evolución. Esto implica adoptar un enfoque más integral y vivencial que reconozca la diversidad de habilidades y potencie todas las facetas del ser humano: mente, alma, cuerpo y emoción.
Del modelo tradicional a un modelo enfocado en el potencial humano
En el contexto tradicional, el rol del educador ha evolucionado desde ser simplemente un transmisor de conocimientos hasta convertirse en un facilitador del aprendizaje, estimulando la curiosidad y promoviendo la exploración interna. La práctica de la atención plena, el juego y una gestión ambiental adecuada son elementos clave que proporcionan a los estudiantes un espacio propicio para el aprendizaje autónomo y significativo. Este enfoque fomenta la colaboración entre los estudiantes, basada en el respeto y la empatía, y es esencial para cultivar pensadores críticos y aprendices independientes.
La metodología de la Fundación Mustakis se centra en las dimensiones del ser: Alma, Mente, Emoción y Corporalidad, con un enfoque que abarca los pilares de aprendizaje propuestos por Jacques Delors: Aprender a Aprender, Aprender a Hacer, Aprender a Colaborar y Aprender a Ser.
Estas bases metodológicas más un vínculo estrecho entre el mediador y el niño, entre otras cosas, aseguran un desarrollo integral y holístico, ampliando la educación más allá del mero conocimiento técnico hacia un despertar más profundo a las capacidades latentes dentro de cada uno.
Un nuevo enfoque educativo
Finalmente, abogamos por un cambio hacia un enfoque educativo que prepare a los jóvenes no solo académicamente, sino también como seres humanos completos, conscientes de sus capacidades, de su potencial humano y de su papel en la sociedad. En la Fundación Mustakis, estamos comprometidos con este desafío ambicioso, convencidos de la necesidad de profundizar en estos temas y confiados en que más organizaciones y proyectos se sumarán a este camino transformador.