En la educación, la autoconciencia y la atención plena son clave para mejorar nuestras conexiones en el aula, o donde las necesitemos. Estrategias que nos permitan fomentar la introspección y estimulen la conversación entre estudiantes fortalecen nuestra empatía y nuestra observación, creando un ambiente de apoyo emocional en la sala de clases. Te invitamos a descubrir estos 9 tips para aplicar en el aula y, ¿por qué no? también en tu día a día.
Prueba con la meditación y el mindfulness
Desarrollar estas prácticas puede ayudarnos a cultivar la atención plena hacia pensamientos, emociones y sensaciones corporales.
Diario de reflexión
Crea un diario para que tus estudiantes registren sus pensamientos, emociones y experiencias, que luego les servirán para reflexionar sobre cómo influyen en sus aprendizajes y comportamientos.
Discusiones guiadas
Estas prácticas grupales con estudiantes sobre temas relacionados con la autoconciencia pueden ayudarnos a explorar y compartir experiencias personales. Guiar estas discusiones con preguntas reflexivas puede estimular la reflexión individual y colectiva del grupo.
Feedback entre pares
Promover el intercambio de feedback constructivo entre pares puede ayudar a desarrollar la capacidad de observar y evaluar nuestras propias acciones y las de nuestro entorno. Además, si se aplica en un contexto estudiantil, es de seguro una forma de mejorar nuestras conexiones en el aula.
Juegos de roles
Organizar este tipo de actividades en la sala de clases donde asumimos diferentes roles y perspectivas puede ayudarnos a desarrollar la empatía y la autoconciencia. Al experimentar situaciones desde diferentes puntos de vista, podemos observar cómo nuestras acciones y decisiones afectan a los demás.
Actividades de integración
Organizar actividades divertidas y dinámicas al comienzo del año escolar como juegos de presentación, actividades en equipo o proyectos colaborativos ayudan a conocernos mejor y a establecer conexiones positivas desde el principio.
Prácticas de gratitud entre pares
Introducir actividades regulares de gratitud en el aula permite expresar aprecio y reconocimiento por los actos amables de nuestros compañeros.
Círculos de compasión
Permiten compartir preocupaciones, desafíos y triunfos en un ambiente de apoyo y aceptación. Estos círculos promueven entre los estudiantes la empatía y la conexión emocional entre pares al permitirnos comprender mejor las experiencias y sentimientos de los otros.
Ritual de agradecimiento
Establecer un ritual diario o semanal en la sala de clase en el que los estudiantes comparten en voz alta una cosa por la que están agradecidos, brinda la oportunidad de comenzar o terminar el día con una mentalidad positiva.
Te invitamos a seguir aprendiendo sobre estas conexiones y la evolución constante con nuestra editorial Evolución Constante: Hacia una educación profunda y transformadora