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17/08/2021

El contacto con la naturaleza como plataforma para un nuevo aprendizaje

¿Te imaginas niñas y niños aprendiendo al mismo tiempo que se conectan con la naturaleza? Esta es la propuesta que presenta Fundación Ilumina, quienes con su proyecto “Naturalizar” pretenden revolucionar la forma en la que se educa en los jardines infantiles de nuestro país.

Según explican sus autoras, el exceso de pavimento y ausencia de áreas verdes en los espacios educativos de la primera infancia tienen repercusiones directas en la vida de niñas y niños. Entre ellas, dicen, figura la obesidad, la dificultad para concentrarse, enfermedades cardiovasculares y la depresión. Para resolver esta problemática, proponen la intervención completa en los patios de los jardines infantiles con huertos e invernaderos, entre otros, para plantar más de 100 especies vegetales. De esta manera, la naturaleza llegará a los espacios en donde predomina el pavimento.

Una iniciativa que Fundación Mustakis reconoció y premió con sus Fondos Concursables 2021, para que este proyecto pueda cambiar más realidades en la Región Metropolitana y Valparaíso. Así, las aulas de miles de niños y niñas se abrirán al entorno natural, posibilitando el aprendizaje al aire libre.

La clave del medio ambiente para el desarrollo integral

 

La apuesta de “Naturalizar” es la creación de un ecosistema natural que beneficia a todos sus participantes. En este sentido, se busca que tanto las educadoras como los alumnos y alumnas compartan una experiencia de bienestar general y compartida, en sintonía con la naturaleza. En el tiempo que llevan implementando el proyecto, comentan sus gestoras, las parvularias y técnicos se han reencantado con la profesión. Además, los infantes han mejorado su rendimiento académico y su relación con la comunidad.

Vive la Música, Línea de Programación para el Teatro Educativo de las Artes De Panguipulli, iniciativa de Pamela Calsow, tiene como objetivo promover en niños y jóvenes valores y competencias por medio de la música, de manera que les permita “enfrentar la vida con madurez y conciencia de sí mismos y de su entorno”. Este proyecto, que abarca tanto el trabajo individual como colectivo, se lleva a cabo en la Región de los Ríos y ha afectado, hasta el día de hoy, a 3.600 niños (entre sala cuna y fin de la etapa escolar) en 22 establecimientos de la localidad. “Soñamos con transformar la educación para cambiar vidas”.

Pero detrás del montaje del espacio, se espera el desarrollo integral de los usuarios. Para ello, se capacita y se le hace seguimiento a todo el equipo. El propósito es que, con el aprendizaje obtenido, puedan transmitirlo y aplicarlo después en sus trabajos, centrados en la autonomía de cada uno. Con el enriquecimiento que otorga la naturaleza, se invita a la resolución de problemas desde una perspectiva novedosa, una alternativa distinta también para sus alumnos.

Una vez capacitados, se pretende que los docentes puedan despertar en sus alumnos la curiosidad por el medio ambiente a través de la creación de experiencias únicas que incluyen, por ejemplo, la indagación científica de su propio entorno.

En este camino, a las niñas y niños se les fomenta el autoconocimiento y la autoreflexión en cada instancia. “Se invita a los participantes a tomar conciencia de que somos parte de un todo: el ecosistema natural entretejido con el humano”, dice una de sus autoras. Esta exploración implica que las niñas y niños hagan uso de todos sus sentidos y su cuerpo.

“Soñamos que todos los niños y niñas de Chile tengan la oportunidad de aprender en la naturaleza”.

Fundación Ilumina.

El vínculo con el entorno

 

Para relacionarse con el medio, resulta fundamental salir de la propia experiencia para abrirse a otras. Con ese horizonte, el desarrollo de la empatía de los participantes es vital, dicen desde Fundación Ilumina. El contacto diario con otros seres vivos, agregan, es la manera de comprender vivencialmente lo que ocurre en el entorno.

Es por esto que “Naturalizar” propone, en uno de sus focos, que los docentes al salir al aire libre con niñas y niños les recalquen la importancia del cuidado de plantas y animales, haciendo el paralelo con la experiencia de cada uno. La lógica es que, así como ellos necesitan especial atención, la flora y la fauna también.

La invitación a formar parte no se limita a las parvularias y los estudiantes. La idea es que se extienda a las familias también, para dar vida a una verdadera cadena, de la misma manera que lo hace Fundación Mustakis al incluir cada proyecto en su Ecosistema Mustakis. En definitiva, el proceso lleva a la formación de una comunidad, en donde las distintas experiencias son el verdadero sentido de la iniciativa.