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30/12/2022

¿Qué es la zona de confort y por qué deberíamos salir de ella?

La zona de confort es un concepto vinculado a un estado psicológico en el que una persona se siente segura donde está porque conoce todas sus variables y las puede controlar. Esto genera que no sienta ansiedad ni miedo, ya que no existen los riesgos, pero a la vez esto provoca un estancamiento en el desarrollo personal.

Su origen se remonta a un experimento de psicología que se llevó a cabo, a principios del siglo XX, por los psicólogos Robert M. Yerkes y John D. Dodson. En el estudio ambos descubrieron que un estado de comodidad da lugar a un rendimiento regular.

Yerkes y Dodson concluyeron que el rendimiento aumenta cuando existe un cierto grado de incomodidad o estrés al cual llamaron “ansiedad óptima”.

¿Por qué debemos salir de esta zona?

Con el paso del tiempo, este estudio derivó en un esquema con forma de círculos que nos permite situarnos de forma gráfica en qué posición estamos. En el centro se ubica la zona de confort, le sigue una zona de riesgo y a continuación está la zona de crecimiento.

 

 

 

Al llegar a la zona de crecimiento aumentas tu confianza, estás más motivada/o, tienes un mejor rendimiento y puedes desarrollar tus capacidades cognitivas de forma adecuada.

Pero no todo se resume en salir de la zona de confort, porque el experto  Alasdair A. K. White, basado en el trabajo de Yerkes y Dodson, determinó en sus investigaciones que en el caso de superar los niveles óptimos de ansiedad se pasa a una zona de peligro donde el rendimiento disminuye notoriamente.

¿Sientes que estás en la zona de confort?

Este checklist te puede ayudar a identificar tu estado:

  1. Le tienes cierto miedo a asumir riesgos, por ello, dejas pasar oportunidades.
  2. Sientes poca motivación por los proyectos en los cuales estás inmersa/o.
  3. Sueles procrastinar y aplazar tus quehaceres sin un motivo aparente.
  4. Pospones constantemente aquello que te gustaría hacer, pero nunca lo haces.

La sensación de seguridad permanente es responsable de la monotonía y de un desgaste que termina por disminuir el rendimiento.

Una buena forma de enfrentar esta zona es fijando objetivos para tu vida. Para ello, es importante identificar en dónde estamos, tener metas realistas y ponerlas en práctica.