keyboard_arrow_up
keyboard_arrow_down
keyboard_arrow_left
keyboard_arrow_right
0%
24/03/2021

De la filantropía a la inversión de impacto

De la filantropía a la inversión de impacto

La importancia de hacer sostenible el financiamiento de la acción filantrópica.

 

De manera sostenida y en el tiempo, Fundación Mustakis impulsa diferentes iniciativas para generar impacto social y retornos a través de diversos mecanismos con el objetivo de impulsar una filantropía sostenible. De esa manera y trabajando en red junto a otras entidades colaborativas, la institución ha logrado beneficiar a más de 3.500.000 de personas de forma directa y, a más de 10.000.000 de niños, niñas y jóvenes de forma indirecta, durante sus más de 20 años de trayectoria impulsando el desarrollo integral de las personas.

A partir de 2013, la entidad se ha comprometido especialmente con inversiones en fondos que generen impacto social, bajo los criterios ASG (Ambiente, Social y Gobernanza) y su alineamiento con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible). De igual forma, ha promovido y apoyado en Chile, modelos de Contrato de Impacto Social (CIS), que levantan capital para invertirlo en el financiamiento de intervenciones que apuntan a resolver problemáticas sociales, previamente identificadas.

Con una nueva mirada y, en el contexto de la sociedad contemporánea, se hace imperativo el aporte del mundo financiero como agente activo de la sociedad civil. En este sentido, incorporar la variable del impacto efectivo y medible se configura como un paradigma ineludible.

En el ámbito internacional, en su carta anual a los inversionistas, Larry Fink, CEO de Blackrock, el mayor administrador de fondos a nivel mundial, establece la sostenibilidad como un estándar crítico de las inversiones, junto con entregar una serie de medidas que permitirán, no solo un aumento en la oferta de instrumentos, sino, además, visibilizar de mejor manera el impacto generado.
Un estudio realizado por la red de inversionistas de impacto Toniic, una agrupación de inversores de impacto social mundial, arrojó que el 86% de los inversionistas ha tenido retornos monetarios que cumplen o exceden sus expectativas, pero sólo un 60% de ellos está activamente midiendo el impacto generado por estas inversiones.

Por su parte, Patricio Mayr, Director de Administración y Finanzas de Fundación Mustakis, afirma que el 76% de los millennials cree que su negocio ha de tener un impacto social positivo y otro 67% considera que los líderes empresariales se han de comprometer a ayudar a mejorar la sociedad, según lo publicado en la “Encuesta a Millenials 2017” realizada por la empresa Deloitte, lo cual demuestra una clara tendencia en las decisiones de inversión de esta generación.

Para las fundaciones con endowment, como es el caso de la FGMM, las inversiones socialmente responsables o de impacto, son una alternativa que les permite invertir sus recursos para generar bienestar en la comunidad, mientras logran los retornos necesarios para poder financiar programas sociales propios o realizar donaciones.

Según el informe “Impact Investment: The invisible Heart of Markets”, un reporte del Social Impact Investment Taskforce de 2014, se estimó que si en Estados Unidos las fundaciones invirtieran el 5% de su patrimonio en inversiones de impacto, sería equivalente al aporte filantrópico que realizan durante todo un año, apoyando los ODS de Naciones Unidas, junto con generar retorno financiero y una diversificación de su portafolio.

Desde hace unos años, el Consejo Directivo y su Comité de Inversiones tomaron como desafío incorporar paulatinamente este enfoque en su modelo de inversiones, destinando en un principio un 10% del endowment en este tipo de instrumentos para el año 2021, lo cual ya se logró. La Fundación ha visto cómo estas iniciativas complementan su misión y contribuyen al logro de los ODS, generando retornos que permiten perpetuar el propósito filantrópico de sus fundadores y creando un doble impacto en el camino.